Maquiavelo

Maquiavelo

lunes, 4 de abril de 2011

El proceso jurídico de Jesucristo

El proceso jurídico de Jesucristo

Con motivo de la Semana Santa, un acontecimiento de singular importancia para el mundo católico se rememora y conmemora de manera esencial: la tragedia de Jesús de Nazaret, el fundador del cristianismo, su detención y pasión que lo llevó a la crucifixión y muerte y que culminó, de manera esplendorosa, con el triunfo de su resurrección.

Estos hechos son observados con naturalidad por la mayoría de los creyentes desde un punto de vista estrictamente religioso, porque ya se había profetizado en las escrituras e incluso fueron anunciados directamente por Jesús a sus apóstoles. Sin embargo, en este artículo y desde la óptica de mi profesión, pretendo ofrecer al lector una visión distinta de tales acontecimientos: la jurídica, desde la detención y el proceso de Jesús hasta la ejecución de la sentencia, a la luz de la legislación aplicable en aquellos tiempos: el Derecho Hebreo y el Derecho Romano, sin soslayar la importancia e influencia que tuvo el procesamiento de Cristo en el orden jurídico latino que se estudia en las escuelas de leyes aún en la actualidad.

En la época de la vida de Jesús, la provincia de Judea era gobernada por la dinastía de los Herodes y estaba sometida tributariamente al dominio imperial de Roma, que ejercía el control a través de procuradores entre los que descuella Poncio Pilatos por ser protagonista en el relato de la crucifixión. Lo destacable aquí es la coexistencia pacífica de la organización político-religiosa, las leyes, tradiciones y costumbres judías con el poder y el orden jurídico romano, aplicable solamente en ciertos casos y de manera particular en delitos graves de carácter político. La legislación hebrea estaba contenida prioritariamente en los cinco libros del pentateuco, a saber, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que contenían el fundamento del Sanedrín y la tipificación de delitos y las penas aplicables. De ahí que el proceso jurídico de Jesucristo haya sido llevado, por decirlo en términos legales modernos, en dos instancias: la primera ante las autoridades judías (Anás, Caifás, Herodes y el tribunal supremo: Sanedrín), y la segunda ante el procurador romano: Poncio Pilatos, con la infructuosa intervención de su esposa Prócula, que no pudo convencer a su consorte de la absoluta inocencia de Jesús.

Jesucristo vino a la Tierra para redimir a su pueblo y al mundo, para liberarnos del pecado y ofrecernos la salvación; pero los judíos contemporáneos suyos, incluidos algunos apóstoles que ya se disputaban lugares en el próximo reino, se forjaban un mesías real, guerrillero, conquistador temporal que iba a restituir a Israel su independencia política y tributaria. Pero cuando Cristo les empezó a anunciar un reino espiritual, ajeno a las riquezas terrenales, y les habló de poner la segunda mejilla si recibían un golpe en la primera, y de perdonar hasta setenta veces siete; y que sin embargo hacía milagros y ganaba seguidores, la élite religiosa judía, celosísima de la ley mosaica que Jesús no vino a abrogar sino a reformar, empezó a urdir su muerte, máxime que el Domingo de Ramos anterior a la cena pascual había entrado solemne a Jerusalén montado en un asno y aclamado por el pueblo como el hijo de David y rey de los judíos. Y supuestamente por el temor de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas del templo en un alboroto del pueblo, fue que tramaron su muerte. Judas Iscariote, a cambio de treinta monedas de plata, se comprometió a entregarlo, como en efecto lo entregó con un beso. Jesús, después de la última cena de la noche del jueves, se fue con algunos de sus discípulos, entre ellos Pedro, a orar en el huerto de Getsemaní y hasta allá llegó Judas con un grupo de hombres linternas en mano, armados con lanzas y palos y aprehendiendo a Jesús lo trasladaron a la casa de Anás, el sumo sacerdote destituído que ejercía un poder real en el templo; después fue llevado a la casa de Caifás y luego ante el pleno del Sanedrín donde fue interrogado sobre su divinidad, acusado por testigos falsos y sentenciado por el delito de blasfemia a la pena capital, la cual debía aplicarse por lapidación pública. El viernes por la madrugada Jesús fue presentado ante el procurador Pilatos acusado por los judíos “por desorientar a nuestra gente, prohibir que se dé tributo al César y diciendo que él es el mesías rey.” Pilatos dijo a los príncipes de los sacerdotes y a la muchedumbre: No encuentro crimen alguno en este hombre. Y al constatar que Jesús era galileo, lo remitió a la jurisdicción de Herodes que se encontraba en Jerusalén con motivo de la Pascua, pero éste después de insultarlo y burlarse de él junto con su soldadesca, hizo que lo vistieran con ropa de rey y en son de mofa se lo envió nuevamente a Pilatos. Éste advirtió a los escribas y a la turba enardecida que no encontraba delito manifiesto en aquel hombre, y con el afán de escudarse y al ser advertido por su esposa Prócula de la inocencia de Jesús, sometió a consideración de la muchedumbre la absolución de Cristo o la del criminal Barrabás, optando finalmente los judíos por liberar a éste último y condenar a Jesús, por lo que Pilatos lavándose las manos en señal de indecisión y excusa dejó a disposición de los príncipes sacerdotes y escribas del pueblo al condenado nazareno a que lo azotaran, y en medio de grandes tormentos fue llevado al Calvario donde le dieron muerte crucificándolo.


DETENCIÓN VICIADA

Según se advierte de la lectura de los evangelios, la detención de Jesús está viciada de origen, pues no hay señales de acusación previa y de mínimo respeto a alguna formalidad para mandar aprehenderle. Simplemente se valieron de la nocturnidad y de sobornar a Judas, y mandaron por él a gente armada con lanzas y palos para que lo llevaran, durante la misma noche, a la casa de Anás, quien inclusive no era miembro del Sanedrín y el único motivo que tuvo para interrogar a Jesús era ser suegro de Caifás, éste sí prominente personaje del “Tribunal de Jehová”. La pregunta que Anás formuló al detenido lleva implícita la causa de la detención de Jesús: ¿Quién te ha dado autoridad para hablar en nombre de Dios y contra la autoridad de los profetas? Y la respuesta que revela la misión pública de Cristo despojada de cualquier acción sediciosa, no se hizo esperar: “Qué me preguntas pues a mí, si mi testimonio ninguna fuerza debe hacerte; pregúntale a aquellos que me han oído, puesto que no te será difícil hallarlos y éstos te contestarán”. El interrogatorio de Anás constituye una preinstrucción ilegal en la urdimbre jurídica del proceso de Jesús porque violenta principios procesales de jurisdicción, publicidad y diurnidad que estaban previstos en el derecho hebreo cuyos libros bíblicos establecían que el órgano competente para conocer de delitos religiosos era el Sanedrín que se reunía en un lugar llamado “Gazith”, en donde debería tener acceso el público y las diligencias no podrían prolongarse después de la puesta del sol.

La instrucción del proceso de Cristo se llevó propiamente en el Palacio de Caifás donde se buscó un testimonio en contra de Jesús. Algunos, que la historia bautiza como Ananías y Achazías, dieron testimonios falsos y divergentes de oídas acusándolo de haber dicho que él destruiría el templo y en tres días lo edificaría. Después de interrogar a Jesús, el sumo sacerdote se rasgó sus vestiduras, diciendo: “¬Qué necesidad tenemos de más testimonios. Ya oyeron ustedes la blasfemia, qué les parece”. Y todos lo juzgaron digno de muerte. Así se tipificó el delito religioso de blasfemia, con la supuesta confesión del inculpado y testigos de oídas, mientras Pedro negaba a su maestro tres veces antes del canto del gallo al amanecer. Al acabar la diligencia nocturna Jesús fue entregado a los guardias y sometido al escarnio, a los golpes, a los insultos y a los escupitajos de sus verdugos, antes de ser conducido ante el pleno del Sanedrín.

El Sanedrín o senado hebreo era el tribunal integrado por setenta ancianos doctos y rectores del pueblo, cuyo fundamento reside en el libro de los Números, capítulo XI, versículo 16. Reunido el Sanedrín en casa de Caifás, la suerte de Jesús ya estaba echada. En un juicio sumarísimo, o cuando menos apresurado, dice San Lucas que todos dijeron: “Entonces, tú eres el hijo de Dios”, y él les contestó: “Ustedes dicen que lo soy”. “Qué otro testimonio necesitamos, puesto que nosotros mismos hemos oído esto de su boca”. Huelga decir que ni siquiera el Sanedrín tenía derecho, de acuerdo con la legislación romana, a reunirse para juzgar una causa que implicara la imposición de la pena capital, por lo que el alto tribunal judío usurpó facultades jurisdiccionales, motivo suficiente para nulificar el enjuiciamiento de Jesús, por ello tuvieron que pasar la causa a la jurisdicción romana cuyo representante era Poncio Pilatos.

Cuando presentaron a Jesús ante Poncio Pilatos, se le imputa mañosamente y por segunda ocasión, un delito de carácter político considerado como grave para el Derecho Romano, pues la finalidad de llevar a los reos ante el pretor del imperio era para efectos de la homologación de la pena, que no estaba prevista en el Derecho Romano porque no tipificaba el delito de blasfemia en su legislación, por lo que era a todas luces improcedente homologar o imponer una sanción para un delito que no estaba previsto en sus leyes. No obstante, Pilatos, el funcionario público timorato más apegado a su puesto que al cumplimiento cabal de la ley, a pesar de reconocer que no encontraba ninguno de los crímenes que se le atribuían a Jesús, soltó mejor a Barrabás; y a Cristo lo entregó para que fuera crucificado.

Entonces sus captores, en una aberrante acción antijurídica, se llevaron a Jesús otra vez frente a la cohorte romana y lo desnudaron y le pusieron encima una capa color escarlata y trenzaron una corona de espinas, tras lo cual echaron sobre su sangrante espalda el madero de la cruz camino al Calvario. Allá en el Gólgota todavía tuvo tiempo Jesús para implorar perdón para sus enemigos; encargó el cuidado filial de su madre a su discípulo Juan y prometió el paraíso a Dimas, el ladrón arrepentido. Por autorización de Pilatos se inscribió en la parte superior de la cruz el motivo de la ejecución: “Jesús nazareno, rey de los judíos”.

Sin profundizar en otros autores como Paul Winter, Carlos Glade y Jaim Cohen, inclusive el mexicano Ignacio Burgoa, que han hecho estudios minuciosos sobre el enjuiciamiento criminal de Jesús, y con base solamente en los relatos sobre el tema de los cuatro evangelistas canónicos, se puede concluir este artículo sosteniendo las siguientes afirmaciones: a).- De acuerdo a la legislación hebrea y romana aplicables, el proceso jurídico de Jesús fue completamente ilegal; b).- Jesús fue arrestado de noche y sin una orden de aprehensión motivada y fundamentada; c).- En cuanto lo arrestaron, Jesús fue llevado a la casa de Anás y fue interrogado a solas, por la noche, y por alguien que no tenía autoridad jurisdiccional; d).- La instrucción del proceso en la residencia de Caifás se llevó por la madrugada, violando los principios de defensa, publicidad y diurnidad, previstos en la legislación hebrea; e).- Los testigos que lo acusaron,
Ananías y Achazías eran falsos, de oídas y divergentes en cuanto a sus dichos; f).- El Sanedrín sesionó y condenó a Jesús en un lugar no autorizado legalmente; g).- El Sanedrín, de acuerdo con la legislación romana, carecía de facultades para imponer la pena capital sin autorización de las autoridades imperiales; h).- Era improcedente la ejecución de la pena de muerte por crucifixión, porque el delito de blasfemia por el que lo sentenciaron los judíos era castigado con la pena de muerte por apedreamiento; i).- El pretor romano ilegalmente entregó a Jesús para que lo crucificaran, porque la blasfemia no estaba tipificado como delito en el orden jurídico latino y el propio Pilatos reconoció que no encontró delito alguno en ese hombre. J).- Realmente ante Pilatos no se llevó a cabo ningún juicio, sino más bien una fuerte discusión entre los sumos sacerdotes y la muchedumbre con el procurador romano.

Finalmente, y al margen de conclusiones jurídicas conviene advertirle al lector que el enjuiciamiento criminal de Jesús, su muerte y sobre todo su resurrección constituyen un hito en la historia del mundo que dividió el tiempo en dos: en antes y en el después de Cristo; y en lo tocante al mensaje e influencia del cristianismo en el ámbito del derecho romano, puede decirse que cambió la concepción positivista de la ley por un iusnaturalismo más acendrado y ético. Sin duda, y esa es mi conclusión, le debemos al cristianismo y a la iglesia por él fundada el concepto latino de “Derecho”, que significa recto, lo que es conforme a la regla, en contraposición al ius tradicional romano, que contiene un sentido más positivo de la justicia y la ley.

17 comentarios:

  1. Un punto muy interesante en la lectura fue el echo de que mencionara a pilatos muy apegado a la ley y aun así soltar a barrabás, de echo pilatos se apego tanto a la ley que la hizo cumplir, en aquel imperio romano existió una figura llamado plebiscito que es todo aquello que ordena la plebe y se convierte en ley, y de echo un plebiscito fue el que condeno a Jesús, ya que todo el pueblo romano decidió soltar a barrabás y condenar a Jesús y lo único que pudo hacer Pilatos fue dar luz verde al plebiscito, es interesante este tema ya que todo estaba en contra de Jesús de echo las leyes de aquel entonces nunca tipificaban el delito y ademas en el proceso se le pisotearon todos los derechos humanos y las garantías individuales actuales.

    ResponderEliminar
  2. Fue muy interesante esta lectura viéndolo desde el punto de vista jurídico ya que estoy segura que muchos O al menos yo no me había puesto a pensar en todas las leyes que fueron violadas a la crusifixion de Cristo, podemos observar que Sanedrín no tenia la autoridad para hacer esa pena a Cristo, el abuso de una autoridad que no le correspondía, también compraron testigos falsos una persona lo traiciono por unas monedas el lo entrego. estas personas no tenían estipulado la blasfemia como un delito así que no se le debió de ser juzgado ya que no existía algún delito del cual Cristo fuera culpable también se violaron sus leyes ya que no se podía arrestar a nadie pasando la tarde y lo detuvieron por la noche, Cristo pudo ser salvado por Poncio Pilatos y este aun sabiendo que no había cometido ningún delito Cristo lo juzgo como culpable aun sabiendo que no lo era, y dejo libre a una persona que si era culpable de delitos y a Cristo lo culpo. Podemos ver que se cometió una gran injusticia encontra de Cristo

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante la lectura ya que como se menciona en ella es cierto que todos vemos con naturalidad la detencion de cristo sin detenernos un momento a pensar en todas las violaciones que hubo durante su proceso para empezarno habia un delito que juzgar compraron testigos enter muchas otras cosas pilatos sabia perfectamente que jesucristo no debiaa nada hasiala ley y aun asi le hizo caso al pueblo condenandoa jesusen vez de un ladron que si hasia mas daño al pueblo.

    ResponderEliminar
  4. La lectura es muy interesante e importante. Nosotros como católicos respetamos y le damos importancia a lo que le paso a Jesús pero nunca por lo menos yo me había puesto a analizar el porque de todo lo que paso, es decir, el porque se le detuvo su retención. Esta lectura te muestra una historia diferente hablando positivamente de loq ue realmente sucedio. Trata de darnos a entender que el procedimiento de Jesús y su retención fue injusto y sin causa alguna. Estuvo viciado pero aun así de una u otra manera los judía de aquel entonces hebreos y demás así como el Senadrín que era el senado en aquel tiempo,buscaron como condenarlo sabiendo el procurador que no había delito, aunque a este se le juzgada y acusaba por blasfemia.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Desde un punto de vista jurídico el análisis sobre las irregularidades de Jesucristo son bastante interesantes, ya que como dice nadie puede ser juzgado por un delito que no está tipificado o en vigencia o mejor dicho si no está vigente pues simplemente no existe delito o violación alguna hacia él. Algo que también es interesante es que él nunca fue escuchada su declaración o testimonio, ni una averiguación previa a la ejecución de dicha condena.
    Sin embargo visto desde un punto meramente católico pues más que nada son cosas que ya estaban escritas por Dios y que tenían que suceder de esa manera y tendremos que vivir con ello...

    ResponderEliminar
  7. Está muy buena esta lectura porque nunca m avía puesta a analizarla desde un punto de vista jurídico y ya viéndolo así se ven todas las leyes q se violaron en su juicio y crucifixión. También vemos los abusos de autoridad como testigos falsos y la pena q no le correspondía a Jesús porque en si el no avía echo nada y no avía un delito verificado en sí y pues si fueron vario los delitos q le juzgaba si el haberlos echo y pues vemos q se izó una gran injusticia en contra de Cristo.

    ResponderEliminar
  8. Fue una lectura muy interesante ya que por medio de ella nos pudimos dar cuenta que no solamente actualmente se llevan procesos ilegales si no desde en el tiempo que jesucristo fue procesado ya que no habia delito alguno que se le pudiera comprobar para asi poderlo condender, apesar de que pilatos sabia que no habia delito alguno que se le acusara lo entrego al pretor para que lo crucificaran ya que a pilatos no le quedo mas remedio que ceder por la presion que tenia por la gente para que pudieran liberar a barrabas y asi poder condenar a jesucristo.

    ResponderEliminar
  9. En esta lectura nos damos cuenta de como desde aquellos tiempos las figuras juridicas que prebalecian en esos palacios y la forma de gobernar,aparece pilatos como justiciero divino sin darse el lugar correspodiente al persona juridica que sanciona o aplica la ley, en este acto juridico vemos que a Jesus le atropellaron sus garantías individuales ya que no se llevo la serie de prodecimientos para enjuciarlo y darle una sanción, Pilatos se escuda y se apega a la ley al pregunatar o consultar al pueblo y este encuentra culpable a Jesus por tanto se hizo lo que una mayoría pidió y así Pilatos sale salvo en este hecho.

    ResponderEliminar
  10. la lectura es muy interesante ya que nos pudimos dar cuenta que no solo en la actualidad se cometen injusticias. tambien algo muy comun en esa epoca era el plebicito que en pocas palabras es hacer lo que mande la plebe(el pueblo o personas) y asi fue como sucedio prefirieron que soltaran a barrabas que al mismiso jesus que para el nunca cometio ningun delito.

    ResponderEliminar
  11. A mi en especial me gusto muchisimo esta lectura porque me gusta en enfoque, el analisis juridico que se le da a algo que por costumbre y desde pequeños nos inculcan desde otro punto de vista que es el de la religión.
    También es interesante darnos cuenta de la trascendencia y cambios que tienen las leyes segun las "necesidades" de cada pueblo y como eran las leyes de ese pueblo y de ese entonces a las que existen en la actualidad.

    ResponderEliminar
  12. Desde mi punto de vista, Jesús ha sido una muestra fiel de que las leyes no siempre fueron adecuadas y bien aplicadas.
    Su ideología y el movimiento que a la fecha perdura en muchos que lo siguen, fue motivo suficiente, para los legisladores y jueces de ese tiempo, llevaran a cabo la aplicación supuestamente de la ley y tomaran decisiones sobre Jesús, que más parecian ser conveniencia de los mismos, incluso las palabras de Jesus que fueron mera repetición de las de el Tribunal, fueron puestas en su contra para dictar la sentencia que provocaría su muerte.
    Poncio Pilatos como figura Judicial, prefiere dejar en el pueblo la ultima desición, aún no estando seguro en que hubiera delito alguno que perseguir, y somete por mandato a un doloroso proceso de martirio y vegaciones a Jesús, creyendo con esto salvarle la vida. No viendo retracto en los que al unisono lo condenaban y pedían su castigo, deja de lado su autoridad judicial y creo que en él se movio un interés politico por no enfrentar al pueblo de ese tiempo y decide aceptar que se crucifique a Jesus.
    Según mi apreciación se violaron totalmente las garantías de un ser humano, o la ley de esos tiempos distaba mucho de ser justa y bien aplicada.

    Hoy en día se recuerda a Jesus como un martir y Salvador del mundo, por las religiones que lo siguen, pero siempre quedará en el recuerdo de muchos toda la crueldad y la injusticia que con el se cometió.

    ResponderEliminar
  13. La lectura para empezar está demasiado interesante, jamás me había puesto a pensar sobre toda esa información que nos proporciona en esta lectura, siempre todos o más bien la mayoría nos fuimos más por el ámbito religioso respecto a la crucifixión de Cristo sin embargo si lo hubiéramos analizado desde el punto de vista jurídico, la muerte de cristo hubiera sido vista desde otro punto y que para mi forma de ver sería más entendible.

    Y con esto una vez más queda demostrado que tanto en el pasado como en el presente y creo yo que en el futuro también existirá la injusticia lo que único que nos queda por hacer es seguir luchando para que todo esto se acabe.

    ResponderEliminar
  14. Es muy interesante conocer todo lo que le paso a Jesucristo desde el punto de vista jurídico, que mal que haya pasado eso pero como dice ese hecho cambio la historia, es increíble, si eso hubiera pasado en estos tiempos es claro que se le hubieran violado todas sus garantías individuales, y también algunos otros artículos de la constitución.

    ResponderEliminar
  15. es bueno verlo desde el punto de vista juridico ya que siempre me habia enfocado al lado catolico, y asi podemos darnos cuenta que lo que se trato de hacer fue "aplicar justicia " pero al revisar la lectura pude observar que esto fue injusto ya que desde el momento de su aprehension hasta el momento de su crusificcion estubo viciado .

    ResponderEliminar
  16. esta lectura fue de suma importancia porque viendola desde desde un punto juridico hubo muchas injusticias por el hecho de que desde un principio se sabia que no habia delito que perseguir y pilatos lo sabia pero como se apegaron tanto a las leyes de ese tiempo se dejaron llevar por lo que el pueblo queria y fue asi como se llego a la crusificacion de jesus.

    ResponderEliminar
  17. Es bueno ver el lado juridico del proceso de jesucristo para observar todas las irregularidades sobre los derechos que se le violentaron, desde la hora y lugar donde fue interrogado que no tenia jurisdicción de hacerlo y siendo juzgado por personas que no tenian la autoridad competente para llegar a una dictaminacion con testigos que eran falsos y a la ves acusado por un delito no existente, violando hasta su derecho de defensa convirtiendo en una victima de la corrupción y mala aplicación de la ley.

    ResponderEliminar