Maquiavelo

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sábado, 1 de septiembre de 2012

CADUCIDAD DEMOCRATICA


CADUCIDAD DEMOCRATICA
·         Por. Ulises Hernández Vázquez

La célebre discusión en la que nos envuelve Bobbio[1] sobre la cita que hace de las historias de Herodoto donde sus tres personajes persas llamados: Otanes, Megabizo y Darío, discuten sobre la mejor forma de gobierno después de la muerte del tirano Cambises.

Señalando las tres formas de gobierno como el de muchos, el de pocos y el de uno solo (Democracia, Aristocracia y Monarquía). Otanes partidario del gobierno de “muchos” sosteniendo su idea de que no se puede permitir a un solo hombre hacer lo que quiera sin responder a nadie sobre sus decisiones, desde tal criterio seria pervertir hasta al más justo. Cosa contraria ocurre cuando al pueblo se le otorga dicho control. Megabizo va mas allá de la monarquía pero menos de la democracia, considerando una clase privilegiada quienes asuman la responsabilidad del gobierno, estos personajes deberán ser los más capaces, de ahí sus sabias decisiones, Megabizo hace una severa crítica a la Monarquía, pero es más drástico hacia la Democracia que menciona sus vicios como “obtuso y corrompido que puede ser una muchedumbre inepta al tomar decisiones”.

Darío minimiza de las dos opiniones anteriores, siendo enérgico al manifestar que si se tiene que escoger entre la mejor Democracia, la mejor Aristocracia o la mejor Monarquía, esta ultima garantiza mejores resultados, pues en la primera genera populismo y la segunda facciones, resultando más fácil uno solo que gobierne y a uno solo que obedezcan. La conclusión de Bobbio es sencilla, cada idea es presentada como buena por quien la sostiene y mala cuando es contraria. De lo que se desprende que en aspecto positivo, la Monarquia puede ser la mejor forma de gobierno seguida por la aristocracia y por último la Democracia, empero en su aspecto negativo es la Democracia, pues en su degradación se convertiría en un populismo que es menos dañino que una Oligarquía o una Tiranía, de ahí surge la idea de elección del “menos peor” por si acaso.

En el momento que se otorgan derechos políticos a un pueblo que vivía bajo la sombra del autoritarismo, comienzan a aparecer los conflictos entre el que los recibe y quien se los otorga. La mayoría es tirana con las minorías, personas y agrupaciones se reprochan, comienzan las pugnas por el poder, los divide la ambición y dejan de lado la idea primordial de cualquier fin político que es “El bien común”.

Hoy en día hay más personas partidistas que patrióticas, todos los partidos políticos dicen ser la solución a los lastres del pasado, pero solo ellos creen ser los poseedores de la verdad absoluta. Existe y persiste el deseo del partido opositor que el ganador fracase, pues en caso contrario se verán mermadas sus esperanzas en los próximos comicios, aunque es menester señalar que no solo las instituciones son culpables de esta situación, es también la ciudadanía pasiva quien contempla los abusos, es la sociedad quien no hace nada por evitar una patología que padecen las democracias, “la indiferencia”, el pesimismo es el juego seguro de quienes no quieren perder los privilegios de gozan (DRESSER, Denise 2011). Aunque eso no es lo preocupante, oportunistas siempre existirán por todas partes, es nuestra sociedad la que debe alzar la voz, no podemos seguir la eterna pregunta si “buenos gobiernos forman buenos ciudadanos o buenos ciudadanos buenos gobiernos” evitar la autofagia política, dejar de ser vegetarianos en tierras ajenas y caníbales en la propia.  Pavimentar el camino de la eficiencia y la eficacia democrática es tan difícil o simple como decidir si alfombramos todo el camino o usamos las pantuflas adecuadas para recorrerlo.

·         Politólogo egresado de la Universidad de Guadalajara, Asesor Legislativo del Congreso del Estado de Jalisco, especializado en derecho electoral.


[1] BOBBIO, Norberto, “La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político” Fondo de cultura económica, 2008